El que la votación para la 2da vuelta de gobernadores regionales de este domingo no esté arrastrada por la de constituyentes y alcaldes -como sí sucedió en la 1ra vuelta- ha generado entre los partidos una fuerte inquietud respecto de que la participación con que sean elegidas las nuevas autoridades esté por debajo del 43% de la primera votación: analistas estiman que puede rondar el 30%, lo que podría quitar fuerza política a la figura de los nuevos gobernadores electos, que de por sí poseen atribuciones no del todo fuertes.
Qué observar: En los partidos políticos estiman que el cuadro de 2da vuelta de gobernadores puede ser muy distinto a la de la 1era, producto de que la participación ya no está empujada por el interés que concitó la elección de constituyentes, y la atención habitual que generan las elecciones municipales, donde se elige a la autoridad más próxima al ciudadano. Ese 16/05 votó el 43,4% del padrón, pero pocos piensan hoy en llegar a esa cifra; más aún, si se suma un eventual temor de los electores por el alza de casos covid-19.
- La inquietud en los partidos apunta a que el voto de gobernadores fue el 3er o 4to voto en importancia para los electores el pasado 16/05, después de constituyentes y alcaldes, y peleando relevancia con el de concejales.
- “Mucha gente, jóvenes particularmente, pueden haber ido a votar constituyentes, y se encontraron con la papeleta de gobernadores y marcaron mujer, o Frente Amplio, o qué se yo”.
Lo que dicen: El cientista político de la U. de Talca Mauricio Morales estima que la participación podría andar en el 30%, también por el bajo conocimiento que hay de la elección de gobernadores, y las bajas atribuciones que tendrán.
- “No hay ninguna posibilidad de que haya participación ni cercana a la 1era vuelta, arrastrada por constituyentes y alcaldes. Y hay mayor temor por la evolución de la pandemia”, dice.
- Y agrega: “Puede andar en 30%, bajar incluso a la mitad de ese 43%. En Santiago votaron 2,5 millones de personas en la 1ra vuelta de gobernadores, ahora podía perfectamente ser 1,5″.
- Morales afirma: “Es difícil hacer un pronóstico. En mayo el interés radicaba en los convencionales, y ahora estamos definiendo autoridades poco conocidas, con escasas atribuciones y más encima altas cifras de contagio. Un 30% a nivel general sería una cifra esperable”.
- Eso sí, advierte que podría haber variaciones bruscas por región: “En regiones con competencia cerrada debiésemos observar mayores niveles de participación”.
Qué significa: La incertidumbre ronda en los partidos, pues una baja participación en relación a quienes ya votaron en 1era vuelta genera un cuadro más volátil, que hace muy difícil predecir resultados.
- “La baja participación será determinante para el resultado. Se pueden restar de votar muchos de los que votaron por los otros candidatos”, también es una opción es que muchos que marcaron por un gobernador después de votar por constituyentes, esta vez simplemente no acudan.
- “Mientras menos gente vote, mayor impacto impacto en el resultado tendrá esa movilización”.
- Clave será así que junto con movilizar a los votantes de los candidatos que no llegaron al balotaje -foco que han puesto algunos candidatos el volver a llevar a las urnas por segunda vez al que ya prefirió al candidato en primera vuelta.
Por qué importa: Resultados de baja participación en determinadas regiones podrían acrecentar los cuestionamientos al peso político real que tendrán los gobernadores regionales, ya instalados por la debilidad de las atribuciones que les otorgó la ley de regionalización.
- Una situación extrema podría producirse si en alguna región que baje mucho su participación, gana en 2da vuelta un candidato cuyo contendor obtuvo en 1ra vuelta mayor n° de votos que los que el triunfador sacó en el balotaje.
- “Mientras menos gente participe, con menos fuerza parte el nuevo gobernador, cuyo empoderamiento de por sí va a tomar un tiempo”.
- “Los gobernadores de por sí no serán agentes todopoderosos, compartirán poder con el delegado presidencial, y su escaso nivel de atribuciones podría convivir con un apoyo político desmejorado dada la escasa participación”.